Ocurrió en un pequeño pueblo de la Sierra de Huelva, y en la clase de 4º de la ESO.
Era Septiembre y como siempre llegaban chavales nuevos. Estando en la entrada, me fijé en una niña morena, alta, delgada, de ojos negros y su larga y brillante melena recogida en trencitas.
Todos nos acercamos a conocerla y me di cuenta de que no hablaba muy bien nuestro idioma; tampoco su ropa era exactamente como la nuestra. A la subida a clase nos enteramos de que había venido desde un país africano. Rápidamente se corrió la voz; pasaban los días y a ninguno de nosotros parecía interesarle su compañía.
Nada parecía cambiar; siempre se repetía la misma escena: sola a la salida, sola a la entrada, sola en los recreos y los maleducados graciosillos, que siempre hay en todos los institutos, riéndose continuamente de su ropa, de sus cosas, de no saber contestar bien al profesor en ocasiones.
A algunos de nosotros nos preocupaba su situación y en el fondo de nuestro corazón deseábamos acercarnos a ella, pero el miedo a que no nos apoyaran y a que nosotras fuéramos igualmente rechazadas nos lo impedía.
La mañana del trece de octubre nuestro profesor entró a clase y ya teníamos el libro de Lengua abierto por el apartado de vocabulario. Pero él dijo: “cerrad el libro y sacad únicamente el diccionario. Buscad la palabra SOLIDARIDAD, anotad su significado”.
Rápidamente lo busqué. ¡Me gusta ser siempre de los primeros en encontrarlo! Su significado era: “actitud de adhesión a la causa o empresa de otros”. Me parece que ninguno lo entendimos muy bien. Los veintidós leímos la definición, pero creo que no quisimos relacionarla con nuestro episodio diario con la nueva compañera.
Iniciamos un debate sobre la SOLIDARIDAD. Nosotros nos sentíamos importantes, “éramos muy solidarios”, especialmente en Navidad, en esas fechas somos todos muy buenos. ¡Podíamos tener nuestra conciencia tranquila!
El profesor nos dibujó en la pizarra una mano ofreciendo apoyo y nos explicó el verdadero significado de solidaridad. Desde entonces esa niña es una más de la clase, la hemos conocido bien, la apreciamos y la queremos muchísimo.
COPIA, con muy buena letra y sin faltas de ortografía.
1.- ¿Quién había llegado nueva al instituto?
2.- ¿Cómo era la persona que había llegado nueva a la escuela?
3.- ¿Qué actividad propuso el profesor a la clase?
4.- ¿Eran los alumnos solidarios cuando comenzó el curso?
5.- ¿Qué aprendieron en la clase de lengua?
6.- ¿ Qué haces tú para ser solidario con los demás?
RESPONDE:
1.-
2.-
3.-
4.-
5.-
6.-